Dios tiene en su Palabra “preciosas y grandísimas promesas”, pero los pasajes bíblicos que hablan de la Salvación constituyen en una gigantesca promesa, y para obtenerla no hay que pagar nada… es gratuita.
Dios tiene un plan sencillo para recibir esta maravillosa y gigante promesa.
No.1 Arrepiéntase y póngase a cuentas con Dios.
“Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuentas: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí vendrán a ser como blanca lana


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